Este nuevo día es un lienzo en blanco, una oportunidad perfecta para recordar la verdad fundamental de tu ser. Hoy elijo ver el mundo de otra manera. No soy víctima de las circunstancias, sino el creador de mi propia realidad. Como enseña Un curso de milagros, "Nada real puede ser amenazado. Nada irreal existe". En esto reside la paz de Dios. Mis pensamientos son los únicos que tienen el poder de afectarme. Hoy elijo la paz en lugar del conflicto, el amor en lugar del miedo. El universo es mental. Esta es la gran enseñanza de El Kybalión. Todo lo que percibo es una manifestación de mi propia mente. "Como es arriba, es abajo; como es adentro, es afuera." Mi mundo exterior es un reflejo de mi mundo interior. Por lo tanto, hoy me dedico a cultivar un jardín interno de pensamientos de amor, gratitud y abundancia. Recuerdo el principio de Polaridad: todo es dual, todo tiene su opuesto. Si experimento un pensamiento de carencia, sé que la abundancia es su polo opuesto y ambos están a mi alcance. Puedo transmutar mi estado mental, elevando mi vibración del miedo al amor. Me mantendré centrado en mi poder de elección, sabiendo que toda causa tiene su efecto. Mis pensamientos son causa y las acciones de hoy son las semillas de mi futuro. Cada milagro es simplemente un cambio de percepción. Hoy, tengo derecho a los milagros. Elijo perdonar, liberando al mundo y a mí mismo de las cadenas del resentimiento. Al hacerlo, permito que el amor fluya a través de mí y desde mí. Mi única función es la que Dios me dio a mí y a mis hermanos: ser la luz del mundo. Y al desempeñar esa función, encuentro mi propia salvación y mi felicidad. Que cada frase que mencione sea un recordatorio de la paz que reside en mi interior. Este día es mío para crearlo. Y elijo crearlo con amor, con propósito y con la certeza de que soy uno con el universo y su infinito poder. El Todo es Mente; el universo es mental. Y mi mente es libre.