Finalizado el plazo en el que se va realizar el análisis, el banco remite extractos bancarios con los movimientos de la cuenta o bien los pone a disposición del cliente vía internet. Lo más habitual es partir del saldo inicial de la cuenta al inicio del plazo analizado e ir comprobando cada uno de los movimientos registrados por el banco y anotados en el libro de la empresa para verificar que coinciden. En el caso de que los asientos no coincidan, se dará prioridad a los extractos bancarios en lo relativo a su mayor credibilidad, al considerar que los procesos automatizados y profesionalizados del banco resultan más fiables y dificultan más la generación de errores. Si el saldo de la cuenta y los movimientos analizados coinciden, se considerará cuadrado el análisis y el saldo final de la cuenta, en caso de no realizarse movimientos necesarios para la gestión de la empresa en ese momento, podrá ser el saldo inicial para el próximo plazo a analizar. En el caso de haber descuadres, esto es, cuando no hay coincidencia entre saldo bancario y el saldo de los libros contables de la empresa o entre los movimientos del extracto bancario y los registros empresariales, se detectarán las incoherencias para analizarlas más a fondo. Se intentará descubrir el origen del error y subsanar el descuadre.