Sabed, señor, que tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe; y como bien dijo aquel autor que no sé quién fue, el hombre está en el mundo como el pájaro en la rama; la rama está unida al árbol; quien a buen árbol se arrima encuentra buenos consejos; los buenos consejos valen más que las palabras bonitas; las palabras bonitas se encuentran en la corte; en la corte están los cortesanos; los cortesanos siguen la moda; la moda es fruto de la fantasía; la fantasía es una virtud del alma; el alma es la que nos da la vida; la vida acaba con la muerte; la muerte nos hace pensar en el Cielo; el cielo está por encima de la tierra; la tierra no es la mar; la mar está sujeta a temporales; los temporales atormentan a los barcos; los barcos necesitan un buen piloto; los buenos pilotos son prudentes; la prudencia no se encuentra en los jóvenes; los jóvenes deben obedecer a los viejos; los viejos aman la riqueza; la riqueza hace al rico; el rico no es pobre; el pobre está necesitado; quien está necesitado no conoce leyes; quien no conoce leyes vive como una bestia y, como consecuencia... ¡que os condenen todos los diablos!